El primer invierno en el Mas fue muy duro, pero mereció la pena
Acabados mis estudios de magisterio, decido marcharme a Pina a vivir, al pueblo de mis padres. No sabía entonces que compraríamos el Mas de Noguera y que eso cambiaría mi vida. Pasé solo en el Mas todo el primer invierno, poniéndolo a punto. Fue muy duro, pero mereció la pena:
Extractos de mi diario. 1981-1983
13 de febrero de 1982. Yo en Pina de Montalgrao. La madre diciéndome todos los días que me prepare para las oposiciones, el padre con lo mismo que cuando éramos pequeños: “hijo, la tierra, lo último”.
22 de marzo de 1982. Pienso a veces en la profesión que me gustaría ¿la de maestro?, sí, pero en algo diferente. No en una escuela en la que me obliguen a hacer cosas que no me gustan, cosas que hicieron conmigo. Me gustaría poder montar una granja-escuela. Ahí sí que disfrutaría y daría de mí todo lo que sé que puedo dar.
1 de abril de 1982. El cerco se va cerrando, cada vez me siento más desesperadamente solo en el pueblo. “Si vienes al pueblo”, me dicen los padres, “es para trabajar de sol a sol”, y voy dándoles la razón.
6 de abril de 1982. Cada día me está resultando más insoportable vivir en el pueblo. Nadie puede saber lo que estoy sufriendo por tratar de comprender a los demás, por tratar de formar mi vida junto a ellos.
30 de mayo de 1982. Seguimos profundizando en la idea de montar una granja-escuela.
6 de junio de 1982. Hemos bajado a la masada del Limpiabotas (Mas de Noguera). Tenemos ganas de estar con esta gente interesada en montar una granja-escuela. Estoy convencido de que ése es nuestro futuro.
3 de agosto de 1982. Lo de la granja-escuela sigue adelante. Ya hemos decidido comprar una parte de la masía. El invierno lo paso al final yo solo haciendo reformas. Empezaremos a mediados de septiembre. Tendremos que arreglar el camino, plantar árboles, labrar almendros, coger almendras y podar, construir una casa... ¡a arremangarse bien los pantalones!
4 de septiembre de 1982. Muy lentamente va avanzando la cosa. Las personas que estamos en el grupo pionero somos: Marcelino, Rosa Mari, Juan y yo, aunque de momento soy el único que ha podrá venirse a vivir aquí en breve.
1 de noviembre de 1982. Escribo al calor del fuego en el Mas. Esta noche, para variar, también estoy solo. Tengo que plantearme el trabajo por la noche: escribir, redactar el dossier, debo vencer el cansancio físico del día, sino, corro el peligro de no estar preparado para los cursos del ICE (Instituto de Ciencias de la Educación) y de la granja-escuela. Las condiciones empiezan a ser más favorables pues ahora tengo luz.
30 de noviembre de 1982. Sigo aquí, arrimado a la lumbre, escribiendo con la luz movediza de dos bujías. Intento trabajar en la programación de los itinerarios pedagógicos. Tengo que escribir tres o cuatro cartas y todo ello por la noche cuando estoy cansado de trabajar por el día y lo único que me pide el cuerpo es reposo. Pero puedo hacerlo, he de hacerlo.
¡Es tan de locos lo que vamos a hacer, se sale tanto de la realidad, y sin embargo, a veces, qué poca cosa me parece, qué trabajo más rutinario!
3 de julio de 1983. La radio berrea y los chicos, los primeros 20 chavalines de la granja-escuela Mas de Noguera, se oyen desde aquí , mi cuarto. Sensación de contento de que todo el esfuerzo realizado durante todo el invierno ha tenido su fruto.